Por Manuel Hernández Villeta
El pueblo dominicano siempre ha sido defensor de su soberanía, su independencia y su libre albedrío. Lo más trascendental es que en el momento necesario, allí emergió la rebeldía de los jóvenes.
La dictadura de Trujillo fue enfrentada por su capa juvenil, a escondidas y con mucho sigilo. No estaba en disposición de vivir en un gobierno de fuerzas. Fue Trujillo un tirano singular, que encerró a golpe de macana y tiro certero, los deseos libertarios del país.
Todo cambió con la llegada de los expedicionarios del Movimiento de liberación Dominicana. Se demostró ante el mundo que el tirano era frágil, que su fortaleza de acero ya había sido horadada, y que era el momento de hacer añicos a su régimen.
La llegada de lo que posteriormente se conocería como los representantes de la Raza Inmortal, presagió que nada podía continuar igual, que la dictadura, con el surgimiento de un gobierno progresista en Cuba, ya estaba a un paso de ser derrotada.
Como dijimos de Trujillo en unas reflexiones anteriores, el movimiento que llega al país un 14 de Junio de 1959 no ha sido lo suficientemente estudiado. Cayeron los expedicionarios en las montañas de Quisqueya. Fue un triunfo y una derrota.
Fracasó en lo militar, rápidamente los patriotas fueron asesinados, en las montañas o después de entregarse, pero su bandera de combate prendió en el corazón de todos los dominicanos. Ese fue su triunfo total. Fracasó en lo político y militar, pero y ahí su impronta, accionó el reloj para contar los días de vida del tirano y de su gobierno.
Llegaron llenos de patriotismo, enamorados de un puro ideal…pero no alcanzaron a gobernar y sus siglas se eternizaron enunciando tintes patrióticos y revolucionarios. Los errores condenaron a la saga a perderse en el tiempo.
Manolo Tavarez Justo encarnó el liderazgo de seguimiento a las ideas del Movimiento de Liberación Dominicana, pero cometió el error de pensar que una guerrilla montaraz podría derrotar a la maquinaria de guerra hechura de Trujillo, y que se aferraba al poder luego del golpe de Estado a Juan Bosch.
Las circunstancias impidieron los necesarios cambios. Lo mejor de la eterna juventud lo encarnó la expedición del 14 de Junio y el seguimiento de Manolo Tavarez Justo. La lucha intestina de la vieja izquierda trajó la división. De Verde y Negro, loor a los héroes de Junio. ¡Ay!, se me acabó la tinta.